miércoles, 23 de febrero de 2011

vivelavida,quenotevivaella.

Tal vez cansado de la monotonía del día a día, del mismo recorrido por las mismas calles o el anhelo de la sensación de encontrarte algo nuevo, me siento de piernas cruzadas a observar el reloj de la pared. El tic-tac retumba en mi cabeza, cada segundo es eterno, como cuando quedan diez minutos para el recreo, y deseas con todas tus fuerzas que la clase acabe ya. Para mi recreo queda mucho, muchísimo mas tiempo que diez minutos, quedan miles de millones de experiencias, de clases, de sueños inalcanzables y de noches llorandole a la almohada. Quedan ratos de sobra, también faltaran ratos, pero siempre con al certeza, de que acabarás volando, dormido en la parte trasera de un avión, soñando que quizás, haya merecido la pena.

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